No es gris ni es verde. O ni verde ni gris. Está en algún lugar entre ambas tonalidades, y la combinación que forman es bellísima.
A Clara, la asesora de interiores de @bosco.lacasita le gusta llamarlo verde grisáceo, y acaba de elegirlo para el cuarto de sus dos hijos, Lola y Rafa.
Es un cuarto con techos altos y pisos de madera. Y este particular color le sienta muy bien al ambiente.
Con muebles, accesorios y juguetes en materiales nobles y fibras naturales, con los que este color se lleva de maravillas.
Antes, había pintado con ese color algunos muebles como los estantes y la mi cocinita de su hija.
"Me gustó por ser un color indefinido, que transmite calma y es atemporal", comparte. Le resultó ideal para armar un cuarto de chicos, saliendo de los tonos clásicos.
Es un tono que no cansa la vista.
No es un neutro pero funciona como tal: combina con el resto de la paleta.
Va muy bien con los avellana, rosas, grises y verdes.
Esta especialista que muestra en su cuenta de IG espacios de su casa que sirven de inspiración, lo aconseja no sólo para los dormitorios de los chicos.
Funciona muy bien en todas partes.
En cuartos de niños pero también de adultos, halls, aberturas, escritorios, livings, cocinas y muebles.
Incluso en rincones de descanso o de home office.
Tiene grandes ventajas para sumarlo a los colores del año, ¿no?
Más información: https://www.parati.com.ar/