“Este viaje empezó al mes de la muerte de El Topo, cuando empecé a sentir que iba a poder afrontar de nuevo la situación de ser periodista otra vez, y hacerlo sin mi marido”, cuenta Verónica Brunati (41), enviada especial de TNT Sports para contar el Mundial de Rusia 2018 y la intimidad de Messi y compañía. Y sola y con entereza –igual que como lo ha hecho todo en los últimos cuatro años– vuelve al momento de la tragedia. “El de Brasil era mi Mundial al que llegaba bien preparada, y se frustró de una manera tan dura, tan trágica… Toda mi vida se frustró de una manera tan dura y trágica, y tuve que marcarme como objetivo la reconstrucción: como mujer, como mamá soltera de Agustín y de Lucía, y además como periodista, porque tenía miedo de no poder volver a escribir.”
Verónica llegó a Rusia junto a su mamá y con Agustín (8) y Lucía (7), los hijos que tuvo con Jorge el Topo López, el periodista argentino que murió durante el Mundial de Brasil, cuando el taxi que lo trasladaba al hotel fue embestido por un auto conducido por dos ladrones que escapaban de la policía. “Cada Mundial era una apuesta de pareja y familiar”, resume Verónica, que se conoció con el Topo en la cancha de River, trabajando. Jorge López fue el periodista que, a principios de los 2000, hizo las primeras notas sobre Lionel Messi.
LA NOCHE TRÁGICA. En Brasil, Verónica y el Topo trabajaban en tareas diferentes, para medios distintos y cada uno en su lugar. Por eso la noche del 9 de julio de 2014 fue un drama por episodios, cada uno más doloroso que el anterior: hubo un rumor, un tuit que mencionaba su muerte, y muchísimos llamados hasta la revelación de la peor noticia, justo en el día del cumpleaños de Agustín.
“Yo estaba viviendo la semifinal de un Mundial, y de repente me levanté a la mañana y me encontré con que había que ir a reconocer el cuerpo del amor de mi vida… Me acuerdo que después de decirle a los nenes lo que había pasado, vi con ellos la tanda de penales frente a Holanda. Siempre digo que son los goles que más grité porque para mí fue como un desahogo que Argentina clasificara a la final en ese momento. De ahí me fui al aeropuerto con los chicos, al día siguiente esperamos el cuerpo en Argentina y lo velamos. Él siempre decía que el Mundial de Brasil era bisagra para los dos, pero se frustró todo. Pensábamos casarnos en Barcelona, en diciembre de ese año (estuvieron tres meses viviendo en España, entre 2013 y 2014, como una prueba piloto) pero de pronto se rompió todo. Ese proyecto de familia se rompió y fue como volver a cero y ya con la ausencia de él. No sabía cómo empezar”
-Cuatro años después estás acá, otra vez en un Mundial, y con tus hijos…
Si no hubiese visto a los nenes emocionalmente fuertes, no lo hubiese podido afrontar. Fue un trabajo muy fuerte en lo psicológico, con un gran soporte de mi mamá y de mi familia.
Mi victoria va a ser saber que me voy viva del Mundial y que me vuelvo a Buenos Aires con mis hijos
-¿Y cómo empezaste a reconstruir tu vida?
Lo primero que hice fue hacer base en Argentina porque necesitaba un sostén emocional de mi familia. Estuve viviendo en casa de mi mamá hasta que volvimos a acomodarnos emocionalmente, mis hijos y yo. Empecé a pensar que la vida también es la pérdida, el desafío de reinventarse, de entender lo importante que es el amor, el afecto, la amistad, la familia. Yo a esto no lo tomo como una revancha sino como una resurrección. En la vida uno muere y resucita varias veces, si puede y es capaz, porque lamentablemente hay gente que no se sobrepone a una situación como la que viví yo. Yo amo mi profesión, luché mucho por llegar a dónde estoy, me enfrenté a un montón de prejuicios y a muchísimo maltrato, y estar hoy en un mundial, ser querida y reconocida por mis colegas, es a lo máximo que podía aspirar y es el cierre de una etapa. Y mi victoria va a ser saber que me voy viva del Mundial y que me vuelvo a Buenos Aires con mis hijos para que ellos puedan decir: -A mamá no le pasó nada en un mundial. Un mundial no valía la vida de mi marido, pero fue una circunstancia, y nosotros tuvimos que aprender a vivir con eso que nos pasó.
Estuve cuatro años realmente de duelo y también aprendiendo a enfrentar el prejuicio social de sentirte observada
-¿Volviste a formar una pareja?
Sí. Estoy de novia desde hace poquito con Néstor, un hombre sensacional que me aceptó con toda mi historia. Vive en Manchester, es más joven que yo y hoy está en pleno crecimiento, trabajando en coctelería. Es una relación a distancia que esperemos que siga creciendo. No estuve preparada antes para encarar una relación ni tener pareja. Estuve cuatro años realmente de duelo y también aprendiendo a enfrentar el prejuicio social de sentirte observada. Pero, como en el periodismo, aprendí que en la vida yo también tengo que continuar.
-¿Tus hijos ya lo conocen?
Lo conocieron en este viaje (en Barcelona, en la previa a Rusia) pero soy muy cauta con ellos porque es una relación que recién empieza. Pero estamos bien, me siento bien, me siento querida y valorada. Y, sobre todo, me siento con una paz tremenda, una tranquilidad de saber que hice todo lo que tenía que hacer, y que lo que pude hacer, lo hice (también encabezó el reclamo por el castigo para los asesinos de el Topo, lucha en la que la ayudaron figuras del fútbol como Messi, Pep Guardiola y Sampaoli). Ahora me toca volver a reescribir mi vida, sabiendo que todo lo que viví es una parte mía, porque el Topo va a ser siempre parte de mí y de mis hijos. Construir una familia con él era un sueño, y lo logramos. Todo lo que hoy soy y tengo está relacionado con él, y habiéndolo conocido tanto, estoy segura de que él estaría contento de ver todo lo que logré.
Hoy te convertís en heroína
El Mundial Rusia 2018 ya hizo historia por la gran cantidad de mujeres –en cantidad y protagonismo– que lo están cubriendo, y Verónica Brunati es todo un símbolo del fenómeno como talento de la señal TNT Sports.
¿Fin de los prejuicios? "No. Todavía queda un gran camino por recorrer –asegura– Todavía está la duda de si una mujer puede enfrentar un mundial. En ese sentido es una apuesta grande la de Turner de confiar en mí para ser la primer mujer cronista de la Selección Argentina en un mundial, y para mí es una gran responsabilidad porque es la oportunidad de abrir caminos, para que las que vengan atrás nuestro tengan un trayecto más accesible. Pero el prejuicio todavía existe. Ya no pasa como antes que un entrenador se negaba a que los entrevistara una mujer y hoy los jugadores están más acostumbrados a vernos en ruedas de prensa y entrenamientos. Pero igual, siempre te están midiendo el conocimiento".
Texto Juan Martín Cutro ([email protected]) enviado especial a Moscú, Rusia. Fotos Juan Manuel Puppo (Gentileza TNT Sport/ Álbum Verónica Brunati)