Románticos y frescos, son el comodín para los días más calurosos. En esta nota te mostramos looks para inspirarte y copiar.
Con puntillas o encaje, corto o largo, el vestido blanco es el básico del verano. Así como el negro se convierte en tu prenda favorita en invierno porque "te salva" a la hora de lookearte, el vestido blanco te resuelve el qué me pongo cuando hace calor.
Con zapatillas, un vestido con corte princesa y con aire minimalista puede ser tu mejor recurso para un look working girl. Y además puede ser la prenda perfecta para llevar en la valija de vacaciones.
El vestido blanco largo tiene más ventajas aún que el corto porque es apto para todas las edades y todas las siluetas. Con un cinturón de cuero en la cintura le das un aire canchero y de paso te estiliza si el vestido es demasiado amplio.
Los vestidos blancos a veces juegan con las transparencias de los encajes. Puede ser la prenda ideal para llevar a una fiesta de día (que no sea casamiento para no competir con el vestido de la novia) y el look perfecot para la celebración de fin de año.
Si vas a elegir un vestido con puntillas, tené en cuenta que no es para todas las siluetas. Son ideales para mujeres altas y flacas.
El vestido blanco es el aliado perfecto para un look playero. El mismo vestido que usás en la ciudad podés llevarlo en tus vacaciones.
Las red carpets de Hollywood estuvieron invadidas de celebs lookeadas como novias con vestidos largos blancos. Es un ítem de moda para tener en cuenta cuando tengas una fiesta que no sea una boda.
Un truco de estilismo: el corte princesa es el diseño perfecto para no parece con kilos de más. Es el corte más favorecedor a la hora de buscar un vestido. Tenelo en cuenta.