La van es una Fiat Ducato ´92. “Un poco más joven que yo”, bromea Maru Houssay, diseñadora gráfica, ilustradora y muralista de 32 años, que por estos días recorre las rutas del sur argentino en la “furgoneta” que compró el 25 de noviembre pasado… “El día que se murió Maradona -recuerda a Para Ti Deco- ¿Será su rencarnación?”, se pregunta Maru, acostumbrada a convivir y vivir según algunas señales no escritas que aparecen en su camino.
“Nada es seguro, nada es planeado, no hay expectativas, sino muchas ganas de vivir, conocer, explorar…”, dice ella, que en 2018 renunció a su trabajo de oficina -de 9 a 18- para irse a Australia a vivir una nueva experiencia.
“Fue un viaje desbloqueador de emociones y de un montón de cosas que no sabía ni conocía -rememora- Me fui con mi liquidación de sueldo, y llegar a mi nuevo destino me enseñó a estar abierta a un lugar nuevo, a conocer gente y a enfrentarme a lo que sucediera”.
Trabajó en el popular parque de diversiones Luna Park de Sydney y luego viajó hacia el norte, hasta Port Douglas, un escenario playero y tropical en el que comenzó a trabajar en un camping para vans y motorhomes.
“En ese lugar conocí muchas personas, más grandes que yo, que me dieron un montón de cariño y me enseñaron que se puede vivir de una manera más sencilla y tranquila, y disfrutar”.
Video: bienvenidos a Marulandia
Empezó en el sector de limpieza, pero en sus ratos libres comenzó a dibujar en una libreta –“a reconectar con el dibujo que lo tenía olvidado”, cuenta- que llamó la atención de los dueños del camping.
La invitaron a pintar un mural -un bosque verde restallante, con cocodrilos y aves exóticas- el primero de varios que hizo mientras en su cabeza empezaba a pintar otra cosa: la ilusión de tener su propia van.
El viaje de Maru Houssay
Otra vez, las personas que se cruzó en el camino -incluyendo un hombre que viajaba en un bus inglés double decker- fueron clave para animarse a hacerlo.
“Le compré a un amigo una van que era bastante feíta… Yiya… Y decidí que la iba a empezar a arreglar para viajar, que era mi idea original al llegar a Australia”.
En cuatro meses, recorrió más de seis mil kilómetros, a veces sin compañía y en otros tramos compartiendo ruta con amigos.
Una de sus paradas fue Byron Bay, un pequeño pueblo costero, en el punto más oriental de Australia, en el que trabajó en un festival de música, pintando más murales y tablas de surf, otra de las pasiones de Maru Houssay.
Fue su último destino en Oceanía antes de viajar a Argentina con la idea de compartir el bautismo de su sobrino y el casamiento de una amiga. Y volver: Argentina, Australia, Argentina, y otra vez Australia.
Pero sucedió en marzo de 2020. Y la van de Maru quedó del otro lado del mundo, porque ella no pudo regresar debido a la pandemia.
“Australia es uno de los países que nunca volvió a abrir las fronteras -cuenta- Mi visa está vigente y siempre tuve la ilusión de volver… Por eso a mi van de allá la puse en venta recién hace diez días. Pero hoy solté la idea de volver y armé otra van y otra historia acá”.
Y Maru volvió al camino, ahora en su propio país. Primero con rumbo al sur, a la Patagonia, pero en cualquier momento hará un nuevo volantazo -literal- y tomará la ruta hacia el norte. Alaska es el límite.
“A la realidad la crea cada una -asegura Maru con los pies y las ruedas de su nueva furgoneta ahora sobre su propia tierra- A veces uno idealiza ciertos lugares, pero cuando algo que nace desde el corazón y se hace desde el alma, las cosas van fluyendo cualquiera sea el contexto para que se puedan concretar”.
“El haber quedado varada en argentina no es casual y me permitió hacer un trabajo introspectivo y enriquecedor y estar haciendo esto, agradecida de lo que me tocó vivir”.
Maru está en ruta de nuevo, “haciendo paradas estratégicas” y vendiendo online sus propias cartas de Tarot (a través de ellas colabora con @unarbol_ong) que ella dibujó y diseñó arriba de su van, a la que “le da cariño” con lo que aprende de cada mecánico con el que se cruza y decora con el ADN y valiosas “ofrendas” de su familia dedicada a la decoración.
“La van life me enseña a entender que se puede vivir con poco, con lo que necesitás realmente, y en la naturaleza que es inspiración absoluta”.
Fotos y video: Fabián Uset. Edición de video: Cristian Calvani.
Más información: parati.com.ar
