Casi en la esquina de Callao y Rivadavia, frente al Congreso Nacional, un equipo de especialistas trabaja en la puesta en valor del edificio histórico Del Molino,.
Este ícono del estilo art nouveau fue inaugurado el 9 de julio de 1916 y declarado Monumento Histórico Nacional en 1997.
Los trabajos de restauración combinan diferentes técnicas de reposición, limpieza y pintura.
El edificio, ubicado exactamente en Rivadavia 1815, tiene 7.600 metros cuadrados, sobre los que se está trabajando -en distintas fases- para que vuelvan a estar activos como en su momento de esplendor. Tiene 5 pisos, la Torre Cúpula y 3 subsuelos.
El video de la restauración de la Confitería Del Molino
La arquitecta Nazarena Aparicio coordina un equipo de 50 especialistas en maderas, vitrales y metales, entre otros; todos dedicados a procesos de restauración edilicia.
La historia de la Confitería Del Molino
En 1904, dos reposteros italianos, Constantino Rossi y Cayetano Brenna, compraron la esquina de Callao y Rivadavia, y más adelante adquirieron las casas vecinas.
Allí construyeron uno de los edificios más altos de la ciudad, y le pusieron Del Molino, porque enfrente, en la Plaza del Congreso, funcionaba el primer molino harinero de Buenos Aires, el llamado molino a vapor de Lorea. Abrió en 1916.
Todos los materiales fueron traídos de Italia, y el responsable de la obra fue el famoso arquitecto italiano Franceso Gianotti, autor también de la Galería Güemes, en la calle Florida.
En 1930, durante el golpe de Estado que derrocó a Hipólito Irigoyen, la confitería fue incendiada. La reconstruyeron un año después. La muerte, en 1938, de Cayetano Brenna marcó el final de la Belle Époque. Pasó por distintas manos, hasta que sucumbió a la quiebra.
El cierre definitivo de la emblemática Confitería del Molino se produjo en 1997. Hoy, una nueva historia comienza.
Texto: Mara Derni. Fotos y video: Fabián Uset. Edición de video: Cristian Calvani.
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