A dos semanas del nacimiento de su hijo, la modelo y conductora compartió un mensaje sobre el dar a luz, y agradeció a quienes la acompañaron en su proyecto del parto humanizado.
“Parir duele... Pero no es como nos cuentan. Porque duele. De mil dolores, sí. Porque estás ayudando a nacer a tu hijo, pero también te estás pariendo”, empieza escribiendo Zaira Nara a dos semanas del nacimiento de su hijo Viggo.
Apenas lo nombra en su más reciente posteo en Instagram elige el emoji de un corazón azul para acompañarlo. Y sigue:
“Duele porque de pronto percibes y conoces el poder de tus caderas, que se abren hasta mucho más allá de su límite. Duele porque todos tus huesos y órganos, todo aquello que en tí conoces y desconoces. En tu yo cuerpo., En tu yo piel, En tu yo mujer, hembra, animal... Se expande más allá de los límites. Mas allá de lo que jamás en tu vida pudieras o volverías a sentir. Claro que duele parir. Mucho. Del mil dolores te digo”.
El parto humanizado de Zaira
El hijo varón de Zaira Nara nació en una clínica privada de Chapelco, en San Martín de los Andes. pesando 3700 gramos. Su nombre: Viggo Silvestre Von Plessen.
Es el segundo hijo de Zaira con Jakob von Plessen, con quien ya tuvieron a su hermana Malaika (4).
Mucho se habló se su parto humanizado. Y dos semanas después de dar a luz, ella habló y eligió estas palabras:
Cuando las contracciones te dejan sin aire.
Cuando el miedo te vacía y bloquea.
Cuando te desgarras con tu furor de fuego.
Cuando pujas y tu cuerpo se vuelve una maquinaria pesada, ruidosa, lenta, dolorida y adormecida... Tan bella y poderosa.
Cuando las ganas se disipan y estás tan cansada que ya no puedes más. "Me muero" dices, y es cierto: te mueres.
Y qué fortuna verte morir así, Diosa.
Qué regalo.
Sí, algo de la mujer que conoces muere un poco y te pares, hermana, a ti misma en un acto de poder, de generosidad y entrega.
En un acto humilde y místico.
Así, tan pesada, ruidosa, asustada, dolorida y cansada.... te naces.
Y eso no nos lo cuentan.
Eso lo vives y se vive viéndote.
Y es justo ahí, cuando crees morir, cuando sientes y gritas que ya no puedes más, que ahí se para todo. Que ya no sigues...
Justo cuando estás en el limbo del neocórtex, y en el limbo tambien de la vida/muerte/vida, que la coronación está cerca.
Que tu cría empuja... y tú empujas...
Que la conexión se abre.
Y ese acto sagrado, de sangre, liquido, oxitocina, sudor, amor y grito... Tiene el sonido casi silencioso,
El sonido de los ecos, del universo y las raíces ... Que es el canto del nacimiento de la vida.
Hmmm profundo sonido de las aguas... Y entonces... Tu hijo nace de ti, contigo.
Calentito. Arrugados. Asustados. Vulnerable.
Cachorro...Tan hermosa.
Preparado para olerte y amarte... Como tú,
nueva mujer,
Paridora de la vida, del placer
Y de ti misma. Madre
Un proyecto, una comunidad de afectos
Al final del texto, hay una mención (con gesto de agradecimiento y “plegaria” incluido) a La Tribu Lunera, un proyecto dedicado al acompañamiento Holístico Femenino, la Educación Menstrual y la Maternidad Salvaje, según su presentación en su cuenta en Instagram.
En su página web agrega: “Ofrece espacios de sabiduría, consciencia y conocimiento femenino para mujeres. Un espacio que brinda herramientas para empoderarnos, sanar y habitar nuestro cuerpo cíclico (…) Una semilla para la presencia consciente, la expansión del ser, para juntas recordar la sabiduría ancestral y honrar la vida. Un lugar donde puedes ser tú…”
Tras escribir sobre el parir y su naturaleza salvaje y más misteriosa (“no es como nos cuentan”, dice) Zaira Nara agradece a Paula Chaves haberle compartido este mismo relato que la partera le enseñó primero a ella.
Y también agradece a Partera Nomade (Celeste Huwyler, Licenciada en obstetricia, Terapeuta de medicina placentaria) “por contenerme guiarme y enseñarme. Apareciste en el momento justo. Gracias por respetar cada minuto de ese encuentro único con nuestro bebé” , escribió Zaira como primer comentario a su propio post.
Y agrega en su agradecimiento al equipo de la Clinica Chapelco. “Me contuvo, respetó y cuidó. Lilian Cardozo mi obstetra hermosa comprensiva y gran mujer. Y Noe la Neo de Viggo que no puede ser más dulce y amorosa. 3 mujeres adorables que junto a Hilen fueron las encargadas de que tome la decisión de venir a San Martín”.
Termina la lista de su cadena de afectos a su obstetra personal. “Gracias a Edu Luther mi obstetra que me dio la fuerza y valentía todo el embarazo para que me anime a parir lejos de mi casa pero al lado de mi amor”.
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